Un día normal


Como todos los días Alicia se levanta  para ir al trabajo, ordena su ropa, su cartera y luego se ducha, todo en su vida tiene un orden peculiar, la hora marca las 6:45 se hace tarde, luego se viste y pone la tetera en el fuego todo se encuentra dentro de su mundo ordenado, como todas las mañanas, se pone en la ventana y ve aparecer de a poco el sol, esa experiencia era una de las preferías del día, ya que el sol le da esa vitalidad para tener fuerza  a lo largo del día, luego de esto sonreía y volvía a su realidad. La hora avanza muy rápido sin darse cuenta y después de tostar un pan y tomar un té sin azúcar, ordena los últimos detalles de su bolso del almuerzo y se va a su labor diario.
Mira a su alrededor, escucha el sonido de sus pasos al chocar con el suelo, sentía cada paso al chocar con las piedrecillas que pisaba en su andar, el viento le toca su cara, con una fuerza tersa y una sensación de libertad que siempre le da esas acciones de la naturaleza. Llega a la parada los estudiantes  están dispersos a su alrededor, todas esperando poder llegar a las 8 menos quince a sus colegio donde las normas y la vida escolar es la cotidianidad de sus quehaceres. Alicia se acerca a la acera para poder hacer parar la micro, las personas se juntan para poder subirse y  pagar el pasaje, luego se sientan  los demás y comienzas algunos a conversar, otros a leer, quizá alguien se encontrara de pie, ya que la cantidad de personas para esa micro  era demasiada, aquellas imágenes pasan por la memoria de ella, una tras otra, como también sus deberes, las pruebas que debía corregir, otras que debía realiza, planificar, su familia y el tiempo que debía emplear en cada  cosa, la hora avanza y la llega a al colegio cada vez se hace más corta.
Piensa y piensa en sus alumnos como estarán como recibirán los contenidos que se  quieren entregar hoy, que sorpresa habrá, o que comentario tirara Sebastián con su simpatía inocente, y sobre todo entretenida. Cuantas rabias y emociones en cada día escolar, tantas personas, tantas caras y risas que se encuentran en cada uno, en los mismos colegas, en las mismas actividades y sucesos inesperados que suceden, cuantos pensamientos pasan por su cabeza, es  hora de bajarse, el trabajo espera y sin darse cuenta Alejandro un alumno de 6to básico iba en el bus le sonríe y le dice a Alicia hola tía ¿cómo ha estado? , ella se baja con él y con un saludo cordial se despide del chofer de la micro y comienza su día con un pequeño gesto de alegría en su expresión.

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